¿Puede RD asumir responsabilidades de salud de dos países sin naufragar su sistema? II PARTE




Por Manuel Núñez Nota.

¿Cuál es el perfil sanitario de la población haitiana? Es claro, que a la vez que importamos una población que destruye el valor del salario y conquista las grandes canteras de empleo del país, traemos las enfermedades que se han enseñoreado en el país vecino. 

El sistema sanitario de Haiti resulta extremadamente insuficiente para darle servicio a su población.(exiguo presupuesto, carencia de médicos, enfermeras y paramédicos, carencias de medicamentos); Dependencia rotunda de la comunidad internacional para sustentar sus infraestructuras sanitarias y estimular la actividad de la medicina privada. 

Enfermedades y afecciones relacionadas con la desnutrición: anemias, bocio, raquitismo etc. Prevalecen las enfermedades transmisibles infecciosas (tuberculosis y otras infecciones respiratorias agudas y crónicas – SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual: la filariosis, malaria, dengue); enfermedades transmitidas por el agua; zoonosis (como el ántrax especialmente frecuente en algunas regiones de ese país: y la rabia humana que se caracteriza por una muy alta letalidad en algunas épocas del año; Pero las enfermedades no transmisibles también tienen incidencia: enfermedades cardiovasculares, diabetes, neoplasias malignas en las mujeres ; En la actualidad, los grandes problemas sanitarios de Haití se centran en el cólera, en las enfermedades agudas respiratorias (IRA) 20,2% en el 2009 y 5,9% en el 2011, en el SIDA, cuya prevalencia es la más alta del continente; en la tuberculosis que tiene una prevalencia de 000 , en la malaria 4,9% Las estadísticas de la OMS ponen de relieve la disparidad de los dos países. 

Del 2012 al 2014, los gastos del Ministerio de Salud de Haití no alcanzan US100 dólares per cápita, compendiada con la ayuda internacional los gastos por paciente se elevaron a US160 dólares ( de eso el Estado haitiano pone 7%; los hogares 29% y la ayuda internacional cubre el 69%) , mientras en la República Dominicana alcana los US631 dólares.

 Tienen primacía entre los dominicanos las enfermedades no transmisibles; y en Haití prevalecen las enfermedades transmisibles infectocontagiosas generadas por la ausencia de agua potable, el medio ambiente, los insectos y los animales. En un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas en el 2003, antes de la catástrofe del 2010 que derribó una buena proporción de las infraestructuras se dice lo siguiente : “El país registra los mayores prevalencia de del SIDA, desnutrición y mortalidad infantil y materna en el continente americano. 

Las tendencias en los últimos años no han mejorado (…) Aproximadamente un cuarto de los niños sufren de desnutrición crónica, 3-6% de desnutrición aguda. Las deficiencias de yodo y vitamina A también está muy extendida. Entre las enfermedades más comunes se encuentran las infecciones respiratorias agudas y las diarrea que causan, la mitad de las muertes de niños menores de 5 años (EMMUS III). La prevalencia de la infección por VIH entre los 15-49 años de edad se estima entre 7 y 10% en las zonas urbanas y entre un 3 y un 5% en las zonas rurales (reunión de consenso nacional contra el VIH / SIDA de 2001). El SIDA es la principal causa de muertes en el país y representa el 10% de los registros de defunción. 

La incidencia anual de la tuberculosis se estima en 280×100. 000. El paludismo (malaria porPlasmodium falciparum) es endémica con brotes epidémicos. Tres cuartas partes de la población rural se encuentren en peligro. Filariosis, dengue, la meningitis, la tosferina, difteria representan algunas otras enfermedades transmisibles que afectan al país. Antes de producirse el terremoto del 2010, la circunstancia sanitaria de los haitianos era desesperante. 

El país carecía propiamente de un sistema sanitario. Todos los servicios eran dispensados por un millar de médicos y la mayor proporción de la sanidad dependía, aun depende, de la ayuda internacional. En el 2010, cayeron derribadas muchas de las infraestructuras, y una considerable proporción del personal médico abandonó el país. En el 2012, se desató una epidemia de cólera que ha afectado a más de 400000 mil personas; la hecatombe llegó a los 9000 fallecidos.

 En la actualidad, los servicios que dispensa el Estado haitiano sólo alcanzan al 10% de la población; el 90% de los servicios los dispensa, o la ayuda internacional, o la medicina privada, y 40% no tiene acceso a ningún servicio de salud. De tal suerte, que el 76% de los partos se llevan a cabo fuera de los centros de salud. En el 2005, me tocó dirigir una investigación monográfica presentada en la especialidad de Geopolítica del Ministerio de Defensa por el capitán de navío Jesús Avelino Rosario y la teniente coronel Danyd Moquete Méndez, médico patóloga: “ La Española, situación de salud según los informes de las OMS/OPS” sus conclusiones no han perdido un ápice d actualidad. La inexistencia de un sistema sanitario en Haití plantea varios problemas que se observan en la población que emigra hacia la República Dominicana. Personas que padecen enfermedades infectocontagiosas que nunca han sido tratados. Las enfermedades de transmisión sexual tienden a expandirse rápidamente en República Dominicana sobre todo entre los trabajadores agrícolas y de la construcción. Estas enfermedades son sífilis, gonorrea, carcinoma de cérvix uterino etc.

 Las estadísticas sanitarias dominicanas encubren el problema traído por esta población. Una buena porción de la mortalidad materna reportada por nuestros hospitales se relaciona directamente con mujeres inmigrantes que han penetrado al país a recibir cuidados médicos. 

El sistema sanitario ha sido desbordado por la invasión de parturientas venidas de Haití que terminan devorando el presupuesto de los hospitales, y que podría, de mantenerse esta presencia en el tiempo, derrumbar el sistema de la propia seguridad social. 

Ante esas circunstancias se plantea otra realidad. El país no cuenta con medios para detener el flujo de enfermedades de las que son portadores los inmigrantes haitianos, y no hay ninguna política para proteger a la población dominicana, salvo el programa de lucha contra la malaria dirigido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Puede decirse que, en República Dominicana, están actuando los mismos factores sanitarios que ya obran en Haití, y que tal como ha reconocido el Presidente Medina en la II Cumbre del CELAC de La Habana estamos asumiendo responsabilidades sanitarias que podrían anular las conquistas sociales del pueblo dominicano, es decir, volver incosteable la seguridad social y transformarse en la mayor amenaza a la imagen de destino turístico de la República Dominicana. 
¿Puede RD asumir responsabilidades de salud de dos países sin naufragar su sistema? II PARTE ¿Puede RD asumir responsabilidades de salud de dos países sin naufragar su sistema? II PARTE Reviewed by Omayara Mañan on 6:43:00 Rating: 5

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