LAS MISTERIOSAS TRAMAS DEL AMOR

Por Dannerys Arias.

Risueño, en plena satisfacción de las bienaventuranzas que la vida le ha regalado, solía dar el paseo dominical, guía en mano y en la otra su vaso desechable lleno de su wisky Cutty Sark bebida preferida para la época de finales de los 80s y comienzo de los 90s; su objetivo principal conquistar y terminar en los brazos de una hermosa fémina; como copia cuasi exacta de Porfirio Rubirosa, frecuentaba las inmediaciones del malecón de esta ciudad, específicamente por punta inglesa.

Uno de esos días dentro de su cofradía de conquistadores, se desvelaron algunas verdades ocultas, de esas que entre amigos y máxime influenciado por las condiciones etílicas (medios borrachitos), dijeron la realidad de lo que estaba pasando en la vida de nuestro principal personaje “Anthony”, con respecto a la única mujer que le hacía mover el corazón, uno de sus extrovertidos amigos le digo “Anthony, yo se que tu no le paras a ninguna mujer; pero Gisell, te la está pegando con Ernesto, tu supuesto amigo; jajajajaja”. Anthony se quedo medio en transe, mientras todos esperaban una respuesta contundente y con firmeza de esas que él suele dar; pero fue lo contrario, al parecer esto si le dolió a su corazón tan orgulloso y expulso desde sus simientes mismas las palabras siguientes: “Yo no creo en estas mujeres de Barahona, saben demasiado y ninguna sirven, tienen los ojos demasiados abiertos”.

Al cabo de algunos días, resultado del siniestro ocurrido y el despecho provocado en la vida de Anthony, decide realizar una decisión con el fin de cambiar su vida y dar un giro a su modo de actuar; y entre la tertulia sabatina expuso “yo no quiero seguir de mujer en mujer, quisiera estabilizar mi vida; ya que soy profesional, tengo dinero, pero me falta asentarme en un matrimonio, por eso queridos amigos, no elegiré ninguna mujer de Barahona; ya que no se merecen que yo les de mi vida, no son serias, me iré por unos días a realizar un operativo de mi profesión a la cordillera Central y en uno de esos campitos atrasados que hay por Constanza, moca o jarabacoa y buscare una muchacha seria campesina, elegante y buena mosa de esas que aparecen por ahí; que no tenga los ojos en riquezas, inocente y de buena familia; no me importa gastar lo que sea para ponerla como una reina; yo con lo que gano como profesional la mantendré.

Como lo había manifestado, así lo hizo; emigro a un lugar ya referido por él; dentro del operativo, típico de su profesión, se remonto hacia las montañas de aquel lugar; empezó una búsqueda muy exhaustiva y prolongada al punto que término su operativo y se quedo  un mes más.

En esos dos meses y medio, conoció a Celeste, hermosa joven, de grandes atributos físico y de notable inocencia; de familia campesina y humilde; que Anthony, no cogió tanta lucha para conquistarla; solo le basto emplear su tan prolongado léxico conquistador, mostrar sinceridad de querer tener algo serio con ella y ser conversador con la familia y dejar plantada la promesa de verse en cuestión de un mes más para realizar un acto de compromiso con la familia; tan aceptado fue que cuando realizo su despedida de aquel lugar, todo el paraje le rindió pleitesía como señal de respeto y admiración, a ese profesional, “medido por buen cajón”, que llego a la vida de una de sus compueblana.

De regreso en Barahona, conmocionado y lleno de alegría, Anthony cuenta con gran entusiasmo, cual caballero medieval, victorioso de su hazaña; con su autoestima que topa al cielo; lo ocurrido en ese lugar, al tiempo que manifiesta que cuando vuelva no tan solo será la fiesta de compromiso, más bien elaborará el plan de pedirle matrimonio y traerla, e inmediatamente casarse; con la justificación de que una beldad como esa y con los atributos que tiene, no se puede perder el tiempo.  

Sucedió como lo planeo, su familia no puso ningún obstáculo en entregarle a la única virgen e hija menor que tenía esa familia; con tan solo 20 años, una noche de un viernes noventero, Anthony y Celeste contrajeron nupcias en uno de los principales hoteles de esta ciudad y sembraron su hogar en este lugar, lejos del chillido de los grillos y del canto del gallo, característico del lugar oriundo de Celeste.

Al cabo de un tiempo, Celeste empezó a botar la timidez, empezó a embellecerse más de lo que era; se convirtió en la más hermosa joven de las veladas nocturnas que se realizaban en esta ciudad, y él como todo un cazador exhibiendo su gran trofeo, en cada actividad social que comparecía, se mostraba airoso y orgulloso de tener tan bella fémina.

Pasaron tres años de aquella hermosa unión, Celeste empezó a cambiar, se dejo envolver por las tantas vanidades que nunca en su vida de campo había visto, su belleza despertó a los lobos rapaces que existían en Barahona; esos que supuestamente eran amigos de Anthony, fueron los primeros en querer arrebatar de manera oculta el amor que Celeste sentía por Anthony; ella se sintió la más admirada y asediada por los hombres de la comarca; empezó a aceptar  todos los regalos que sus pretendientes le mandaban de manera oculta de su esposo.

De una manera inexplicable Celeste en lo oculto de sus pensamientos empezó a comparar lo que Anthony tenía y lo que le podían ofrecer los enamorados silentes que constantemente le ofertaban, no sabía cómo explicarlo, el amor fue menguando constantemente, al punto que aprovecho la ausencia de Anthony de la ciudad para aceptar una proposición que en muchas ocasiones había rechazado; oh! Lamentablemente cayó en la tentación, no solo con la salida sino brindo su cuerpo aquella noche a quien la trato como una reina, como lo que ella se creía.

Anthony empezó a notar cierta actitud extraña en Celeste; cada vez que le obsequiaba algo tenía cierta inconformidad con lo que él le daba, ya sus conversaciones no le despertaban el gran interés que en otros tiempos ocasionaban, compraba cosas y no le daba justificación a Anthony de como obtuvo esos presentes.

De manera triste esa relación se fue a pique, las aceptaciones continuas de citas escondidas, creyendo Celeste todo lo que le decían sus acompañantes, transformaron aquella mujer en el prototipo de mujer sin escrúpulo, a tal punto que se acostaba con quien le hacia una buena propuesta; al parecer desahogando sus 20 años que perduro su virginidad. De esta forma el gran día llego, un amigo de Anthony al no aguantar más decidió,  decirle que su inocente mujer había mutado a una mujer que le gustaban las citas de ocasión, que todo el que tenía una buena posición económica o un apellido sonoro en esta comarca, probaba el néctar de su cuerpo.

Anthony enfrento la realidad, el mismo se contesto y comprendió porque ella siempre tomaba pastillas de planificación y nunca quería un hijo, indago, consulto y comprobó lo que todo el mundo sabía menos él. Decidió inspeccionar cada paso de ella, quedo destrozado al ver con qué frecuencia y en cada justificación de salida de Anthony, era un encuentro a escondidas; la enfrento, mostro pruebas, le dijo que se retire de su vida  y ella de manera indolente, no exigió nada de lo de Anthony, solo se observo sacar un fardo de billetes y varias libretas bancarias de una caja fuerte que tenía en su habitación, realizo una llamada y se fue con uno de sus mejores postores, su amigo solo se circunscribió a decirle “ves es que ella nunca había visto nada y al parecer vio demasiado”.

La vida de Anthony no fue la misma, se envolvió en el uso constante del alcohol y los placeres comprados, se enclavó en unos de los bares mas frecuentado por los chulos de la época. Bajó de Wisky Cutty Sark a un ron que la Bermúdez pego en esa época llamado Premium Light, lo poco que ganaba por el descuido de su profesión lo gastaba en las horas nocturnas.

Una noche de esas Anthony, despertó el amor de una de las prostitutas del lugar, al punto que esta llego al extremo de fiarle las acostadas; paso que en una noche de conversación se sincerizan los dos y de manera alocada Anthony le dice “estoy jarto de mi existencia y de todo lo que ha pasado que me importaría pasear y salir contigo” ella le manifiesta “si, yo también siento ese deseo”, de manera inesperada salieron abrasados de aquel lugar, esa noche Anthony la llevo a su lecho residencial.

Al amanecer, aquella noche fuera del burdel, empezó asustada a recoger su ropa, con temor a lo que le iba a decir su jefe proxeneta; Anthony manifestó con la voz entrecortada (por la noche de lujuria y la resaca) le dijo: Quieres quedarte conmigo?, ella le dijo “si” y hasta la fecha de hoy ella permanece en ese lecho; Anthony después de dos meses de estar con ella dejo el alcohol, ella nunca mas prostituyó su cuerpo y tienen más de veinte años de casados, cuatros hijos; y siento un gran regocijado, al ver como recorren las calles abrazados cada uno con su biblia camino a la iglesia.