Las obras que sirvieron de base a una reelección.
Por FELIX BETANCES.
Se dice en el argot popular, que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, sin embargo no es de dudar que esto pueda ser una realidad que contenga algo de lógica, siempre y cuando se trate de pueblos con cierto grado de conciencia, en los que se viva una “democracia plena”, que lamentablemente, no es el caso de la República Dominicana.
No puede jamás lograrse ese postulado, en un país donde las voluntades no se expresan libremente con conciencia de lo que se persigue, sino que se manipula a los que deberían ser los que decidieran el destino de su pueblo, llevando a dirigir la “Cosa Pública”, a hombres y mujeres dotados de un alto sentido de altruismo y de sana sensibilidad humana y social; personas que sean capaces de sacrificarse para entregar al pueblo sus mejores servicios, atendiendo a sus más urgentes necesidades. Donde no existan las imposiciones mediante acuerdos de aposentos.
En cambio, vivimos en un país donde las voluntades son impuestas a través de la compra de conciencia, a cambio de prebendas, ofrecimientos y de la manipulación, en sentido general.
Este es un país, en el que la gente no vota; aquí votan los recursos que puedan tener disponibles los Partidos, a través de la politiquería barata, que al final termina socavando las más mínimas esperanzas de los que menos pueden y engrosando cada vez más, los bolsillos de los vividores.
Para hablar solo de nuestra Región, mencionaremos algunos puntos que dejan muy al desnudo lo que anteriormente hemos expresado y que fueron las obras tomadas como Escudo para la recién pasada campaña reeleccionista del Presidente Danilo Medina y su Partido PLD.
Primero: “La Presa de Monte Grande”, una promesa incumplida y con respecto a la cual, el propio Presidente se manejó muy mal, llegando al extremo de que, no obstante haberse dado cuatro picazos para la misma y habiéndose hecho distintas entregas de recursos en diferentes lugares y ocasiones, hasta ahora parece ser cosa del pasado; parece ser “un muerto sin doliente”.
Segundo: la realización de la obra considerada como cumbre y modelo del gobierno en el Sur; el “Proyecto Puerto Escondido en Vengan a Ver de Duvergé”, el cual según las informaciones que de allí se reciben a diario, luce abandonado a su suerte, como un soberano fracaso, con carencias muy notorias.
Tercero: “la ampliación y mejoramiento de la Carretera Azua Barahona, con solo unos 70 kilómetros de longitud y con casi cuatro años de trabajos, hoy se ha convertido en un alto peligro ya que los conductores no saben hacia donde van, sobretodo en horas de la noche,
Cuarto: “el tapado de parches y ligera ampliación del tramo carretero Barahona-Enriquillo”, el cual al día de hoy, ha sido totalmente abandonado, con una realización que no alcanzó ni siquiera el 20 por ciento de su compromiso y convirtiéndose en un alto peligro para todos los que lo transitan.
En ninguno de estos casos, hay una explicación o justificación que pueda ser creíble, de lo que sí se está seguro es de que concluirá el periodo de gobierno y no se resolverá nada y de que se iniciará un nuevo cuatrienio, en el cual tampoco se tiene la seguridad de que en el mismo, nada más y nada menos que dirigido por un hijo de sus propias entrañas, le resuelva al Sur, sus principales necesidades.
El atraso de los pueblos tiene un alto costo y todos lo pagaremos, porque con estos políticos, las esperanzas son verdes y las esperanzas verdes, por ser del mismo color de las yerbas: se las comen los Burros. Esperemos a ver…
Las obras que sirvieron de base a una reelección.
Reviewed by Omayara Mañan
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21:37:00
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Cuantas verdades, tienes toda la razón del mundo, lo lamentable, amigo,es k ninguno de esos funcionarios políticos, hará caso de tus sinceros comentarios pero hay k seguir publicando verdades como estas, algún día les lacerarán el alma y nos harán caso.Un abrazo.
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