Recuerdos de Don Antonio Guzmán Fernández
POR
JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
Don
Silvestre Antonio Guzmán Fernández fue el presidente de la república dominicana
que mejor imagen sembró en el pueblo
dominicano, a mi humilde entender, y por tanto, en términos personales, es de
quien mayores aciertos gubernamentales me he enterado.
Recuerdo que dentro de
su sistema de gobernar no lo alejó jamás de su esencia ni mucho menos de los
suyos ni de su relaciones de antes de su mandato.
Lo recuerdo y lo vi cuando en
innúmeras ocasiones pasó por nuestra comunidad natal y de crianza, Neiba,
cuando venía con el doctor José Francisco Peña Gómez, don Secundino Gil Morales,
con Vicente Sánchez Baret, Leonor, Oscar Sánchez Baret y el inolvidable
Lorenzo, quien además de ser casado con una Neibera, su trato responsable y
consecuente desde antes de llegar al gobierno, y desde el mismo, como subsecretario
administrativo de la presidencia, funciones éstas, servidas con las más finas
atenciones hacia nosotros y la conversión de su figura como brazo derecho del
presidente para el cuatrienio al que le tocó presidir 1978 al 1982 menos 43
días.
Recuerdo
un Antonio guzmán integrado a las labores de oposición, en tranques delicados
como el de la balacera de Postrer Ríos, donde no se sabe por qué no hubo una
desgracia de marca mayor, año 1978, los tranque armados el puente de la
Cementera Santo Domingo, en aquellas lides, en la cual yo Salí siendo un
jovencito al lado del don Antonio en fotografía de primera plana del Listín
Diario.
Recordamos también a don Antonio
Guzmán cuando al asumir como candidato idóneo a la presidencia de la república
por el acuerdo de Santiago, frente político opositor creado por José Francisco Peña
Gómez a Raíz de la dilución del Bloque
de la Dignidad Nacional decidida por el Profesor Juan Bosch, en momentos en que
salió del PRD y la fundación del Partido de La Liberación Dominicana.
Recuerdo
a don Antonio, candidato de ese acuerdo,
el de Santiago, llamar el 15 de mayo del
1974 alrededor de las siete y quince minutos de la noche al pueblo dominicano a abstenerse de votar al
otro día, habidas cuentas de que de seguro, dado el recio gobierno dictatorial
de Balaguer y sus generales supuestamente incontrolables se iba a desarrollar un baño de sangre, lo cual fue
reconfirmado por la ira del gobierno y sus militares, a punto tal, que hasta por
no asistir a votar, los atropellos, ametrallamientos, apresamientos y rodeos
militares de casas estuvieron a la orden del día, 16 de mayo 1974.
Recordamos
al presidente guzmán cuando 4 años después de su retiro de las elecciones, ganó las siguientes elecciones 1978, escamoteadas en parte por el gobierno y su junta electoral,
despojado de 4 senadores y un diputado con lo cual se vio impedido de hacer los
cambios judiciales con que debería enfrentar los oprobios del próximo pasado régimen de los famosos 12 años de
Balaguer, pero Guzmán, ni tonto ni perezoso enfrento con gallardía la
maquinaria militar de esos doce años, acto que lo bautizó en la mente del
pueblo como Mano de piedra Guzmán, en alusión y parangoneo con el boxeador Panameño Roberto Durán, alias
Mano de Piedra, recuerdo ese presidente, como el que abrió las puertas de las cárceles dominicanas
llenas de presos de la dictadura, abrió las puertas del país para que regresen
los exiliados políticos del régimen que acababa de vencer, sembró las lomas y
campos más recónditos de teléfonos, centros de salud y de educación, llevó de
un golpe y porrazo el sueldo mínimo del país congelado en unos sesenta y cinco pesos por el
depuesto régimen, a 125 pesos mensuales, un gran salto, con un dólar
norteamericano casi parejo con nuestro Duarte.
Recuerdo
a don Antonio, como el presidente que tuvo
tiempo para venir en dos ocasiones como presidente de la república a
comer en casa de su amigo don Néstor Matos, a hablar, tomarse un traguito de
ron corriente dominicano y hablar con todo el que lo deseó, prácticamente, un
episodio que no he podido olvidar fue el que me tocó vivir al momento de
iniciar el almuerzo en la primera visita presidencial, resulta que a mucho costo
convencí a mi padre para que le toquemos el cambio mío como funcionario en la Lotería
Nacional, ya que yo había descubierto algunos fraudes y entendía el puesto como
peligroso para mi, además de alejado de
lo que estudiaba ya en términos en la UASD, y dicho lo propio, don
Antonio se giró para donde Néstor diciéndole, don
Néstor, déjelo que aprenda a cargar pesado…
Recuerdo
a don Antonio por la gran gestión lograda en la agricultura dominicana, con un magnífico
agrónomo y productor, el ingeniero Hipólito Mejía, el cual, no le amilanó el
gran embate y destrucción del país con los vientos y las aguas del poderoso
huracán David y la tormenta Federico, año 1979, la fiebre porcina Africana
fue enfrentada con éxitos, cuyos
frutos se sienten ahora, recuerdo a don
Antonio Guzmán vilipendiado por demás,
por partidos políticos y sus líderes, por el pecado de haber firmado un préstamo 185
mil dólares para rehabilitar el Consejo
Estatal del Azúcar, recibido en quiebra, cuando los principales críticos al
pasar de los años se sumaron al vendaval
de los empréstitos y bonos soberanos, con lo que han plagado el país, perdida toda autoridad en el tema, mientras que la
mesura, honestidad y buen manejo del recurso público, llenan de honores la
memoria de un gobernante pulcro llamado don Antonio Guzmán.
Recuerdo
como ahora cuando el amanecer del domingo 4 de julio del año 1982, 34 años ya, en
la habitación junto a mi esposa, escucho entre sueños a la emisora noticiosa
que acostumbraba a sintonizar, decía, Radio reloj nacional, la hora, y acto seguido exclamaba, el presidente
Antonio guzmán fue esto, fue aquello, hizo esto e hizo aquello en vida, yo me
disparo de la cama, seis de la mañana, llevándome la amarga y dolorosa noticia
de que mi mejor presidente se había
quitado la vida de un disparo, las dudas surgieron, pero frente al despacho del
mismo estaba un mayor del ejército, Neibero y de alta confianza de Guzmán y de
nuestro padre.
Recuerdos de Don Antonio Guzmán Fernández
Reviewed by Omayara Mañan
on
21:15:00
Rating:
No hay comentarios