Una autoridad mal ejercida, pone en riesgo al pueblo.



POR FELIX BETANCES.

La palabra “autoridad” significa: “poder que gobierna o ejerce el mando”; de lo que se infiere o se entiende, que son aquellas personas que están legítimamente investidas del suficiente poder para dirigir los destinos de un pueblo.

En tal sentido, es bueno conocer que el ejercicio del poder por parte de quienes tienen el compromiso de gobernar; de ninguna manera puede circunscribirse al antojo de  sus caprichos o pareceres; sino que están en la obligación de aplicar dicho ejercicio, apegados estrictamente dentro de los que les establecen las facultades legales, con equidad y pleno control de su manejo; es decir con transparencia meridiana.

En las últimas semanas, han ocurrido algunos hechos en  el municipio de Santa Cruz de Barahona, que según lo que se ha podido apreciar, dejan mucho que desear de las autoridades locales; especialmente en lo que puede definirse como un mal manejo o falta de control en el mismo ante dichos acontecimientos, como si desconocieran cuáles son sus deberes.

Veamos algunos casos:

Se ha repetido en parte, la historia de hace algunos años, cuando fueron cortados varios árboles de Caoba en el Malecón de Barahona, con la única justificación de que serían sustituidos por variedades exóticas de diferentes especies de palmeras, lo cual sin entrar en muchos detalles, resultó en un verdadero fracaso. Es bueno aclarar que esta vez, no ha sido para sembrar otras especies, sino con otros argumentos.

Se cuestionó en esa ocasión, que dichos árboles no estaban enfermos ni secos; pero además se cuestionó el hecho de que la madera producida por los mismos, no se supo a que destino fue a parar.

En la actualidad, la Alcaldía Municipal solicitó un permiso a la Dirección de Medio Ambiente para el corte de unos tres árboles de la misma especie, los cuales estaban visiblemente en muy mal estado, convirtiéndose en un peligro para los transeúntes; uno ubicado en el Malecón y dos frente a la Fortaleza Vieja de aquí, en la Calle Colón. Hasta el momento se han cortado dos.

La dirección de Medio Ambiente concedió el permiso, previo envío de una comisión técnica para hacer la evaluación de lugar, aunque dicha solicitud  no estuvo firmada por el Encargado de la Unidad de Gestión Ambiental (UGA), sino por el Director de Recursos Humanos, (Debió firmarla el segundo, por tratarse de un problema ambiental y no de personal o administrativo), con la condición de que la madera fuera entregada a Medio Ambiente, donde hemos comprobado que está depositada, no sin antes haber generado esto,  algunos inconvenientes entre personas particulares que estaban interesadas en que se les entregara dicha madera.

En ocasiones anteriores hemos sugerido que al cortar un árbol de esa condición, sea sustituido por otro de la misma especie, por razones entendibles, cosa que hasta ahora no ha sido tomada en cuenta; que si las condiciones exigen el corte, se haga pero con el merecido criterio y responsabilidad.

Otro caso es el de la autorización y hasta el apoyo logístico otorgados por las autoridades locales, Ayuntamiento, Obras Publicas, Medio Ambiente, Turismo entre otras, a un comerciante del Malecón, para la construcción de un Muro de contención en la Avenida Enriquillo, próximo al Puente, el cual argumentó que solo lo haría para proteger el aproche de dicho puente y embellecer el área; pero luego éste inició la construcción de un local comercial, para lo cual según se sabe, no cuenta con ningún permiso; generando esto una gran dificultad entre dicha persona y las referidas autoridades, las cuales no han enfrentado con transparencia la situación.

Por último nos referiremos a un supuesto permiso otorgado por las autoridades de la Alcaldía Municipal a otro comerciante local ubicado también en el Malecón y dueño de una Estación Gasolinera de reciente instalación, ubicada en la Avenida Enriquillo, esquina Dr. José Francisco Peña Gómez, con la finalidad de reducir aproximadamente unos doce metros de la isleta divisoria, solo para permitir la facilidad de acceso a su negocio, y en perjuicio de los usuarios de dicha vía; lo que a todas luces, convierte en un peligro el tránsito en el lugar y que de hecho ha concitado el repudio de parte de la población. Esto debe ser aclarado o justificado no simplemente por el Alcalde, sino por la Sala Capitular en su conjunto.

En consecuencia, entendemos que las autoridades deben actuar con más comedimiento y justeza, pero con plena diafanidad, a fin de que sus actuaciones no se conviertan en focos de cuestionamientos y de disgusto por parte de quienes se sienten afectados, en lugar de sentirse debidamente representados, ya sean personas o instituciones como ha sido el caso de la Sociedad Ecológica de Barahona (SOEBA), la cual ha fijado posición en contra de todo esto. Finalmente  les exhortamos a que bajo ninguna circunstancia, actúen de espaldas al pueblo al que representan y al cual se deben.






Una autoridad mal ejercida, pone en riesgo al pueblo. Una autoridad mal ejercida, pone en riesgo al pueblo. Reviewed by Omayara Mañan on 20:28:00 Rating: 5

No hay comentarios