HOMENAJE A LIZBETH

Dannerys Arias Ramirez

Abogado y Comunicador.

Era extraño para mí, deshacerme por un tiempo de mi pedacito de isla llamada Barahona, pero lo tenía que hacer, se trataba de una formación y durar determinado tiempo fuera de aquí me resultaba incómodo y más aún alejarme de mi región para encontrarme con el incómodo lenguaje o regionalismo cibaeño, ocho meses de fastidio y tediosa capacitación, pero lo requería mi futuro, y por mi futuro sacrifico mil veces mi presente.

En aquel centro de educación conocí a una persona de nombre Carlos, que de manera inmodesta y extrovertida me ofreció su mano amiga en el salón de clases y al cabo de un tiempo se convirtió en el amigo casi perfecto (lo seria sino fuese por su metedera de “I” donde quiera que hay una “R” y su metedera de “R” donde quiera que hay una “I”, tanto así que no sabía si la palabra aceite o hacerte era hacerte o aceite).

Al cabo de unos días me recomendó la mejor medicina para curar la soledad y la distancia como dijo él: “una noviecita”; así decidimos conquistar a dos amigas que siempre estaban como la uña y el dedo; la tarea fue difícil……nos tardamos tres días, así es, en lo que respecta a mi pareja, ella acepto a sabiendas que mi estadía era tan efímera por aquel lugar, a pesar de esto, empezamos una relación amorosa con termino consensuado, solo era cuestión de dos cuatrimestres.

Al cabo de unos meses note que Lizbeth y carlós se complementaron tanto, que ahora el celo mío y de la amiga de Lizbeth eran ellos dos. Lo que comenzó como un juego entre Carlos y Lizbeth, se convirtió en una relación muy amorosa y madura a pesar de su edad (pues ningunos pasábamos de veintitrés). A los ocho meses tuve que marcharme de aquel lugar, sin antes de darle un abrazo a los dos tortolitos y a mi novia duocuatrimestral.

Pasaron los años; muchas cartas entrecruzada entre Carlos, Lizbeth y yo; a veces cada tres meses otras veces cada cinco meses……..

Su relación continuo y al cabo de tener casi dos años de casado cuando finalizaba el siglo xx, con la fiebre del Y2K, muchas personas andaban como zombis en las calles esperando el fin del mundo y un 26 de Diciembre del año 1999, mientras Carlos se desmontaba de su vehículo cuando le estaba poniendo el seguro a las puertas, un desaprensivo le impacto y le desbarató su columna, y al instante en cuestión de días se convirtió en un ser aferrado a una silla de ruedas de por vida.

Supe de su tragedia a los tres o cuatro años de todos esto, desde ese entonces y hasta hoy Lizbeth es su guardiana, su protectora, en ese proceso nunca le dió la espalda; me confiesa Carlos que su motivo de existir es la fidelidad y la lealtad que Lizbeth le ha brindado en estos 15 años de impedimento físico, dándole cariño, amor, confianza e impulso a seguir adelante.

Me comenta Lizbeth, que ha recibido propuestas indecentes de muchos supuestos amigos de Carlos, que ha tenido situaciones económicas desesperantes, hostigamiento de sus familiares que no quieren que ella llegue a los cuarenta con un invalido, familiares y amigos martillándole a diario que es una mujer de tez blanca, de buena apariencia y ojos grises, que puede conseguir la pareja que ella quiera para que supla todas sus necesidades; a pesar de esto;  Lizbeth sigue firme, nunca abandonó a su esposo, nunca le dijo cosas negativas, sino por el contrario, a pesar de lo difícil que ha resultado la adversidad, el amor y la comprensión ha unido más los lazos de Carlos y Lizbeth.

Dedico estas líneas a esas parejas que han soportado bastante, ante los achaques económicos, la insinuaciones de terceras personas para quererlos llevar a la infidelidad, las mujeres y hombres que han luchado contra viento y marea, soportando toda adversidad que el enemigo le quiere poner en sus mentes y corazones, a los y las que han soportado propuestas indecentes y nunca se han doblegado a estas; a las parejas que han tenido que llorar lagrimas de sangre para llevar un matrimonio estable.

A esos que no forman parte de la cifra de divorcios en la Republica Dominicana (el 50 % de los matrimonios no llegan a los Diez años; solo el 65% llega a los cinco años y solo el 8% a los veinte años y solo el 3% por ciento llega a los treinta años o más), pero sobre todo a Lizbeth por tu fidelidad, lealtad y entrega…desde los 19 años estas con él (1995), te casaste a los 22 (1998) y no son diecisiete años de entrega, son 20 años de puro amor….