LA INVOLUCTIVA E INFRUCTÍFERA FERIA DEL LIBRO 2017

Por Dannerys Arias R.

Una feria es un evento social, económico y cultural —establecido, temporal o ambulante, periódico o anual— que se lleva a cabo en una sede y que llega a abarcar generalmente un tema o propósito común (según Wikipedia); en nuestro caso es referente a la Feria Del Libro. En su edición número veinte, la Feria Internacional Del libro 2017, aún con las pocas posibilidades económicas del Dominicano, las personas acudían a este evento, que como de costumbre se desarrolla en esta época, en esta ocasión teniendo como país invitado a Uruguay.

Como fiel seguidor de dicha feria lo que pude comprobar en su decima segunda edición fue algo decepcionante y carente del propósito con que fue creada esta, sea usted el jurado:

La primera impresión que me dejo, es la desconfianza creada por el cuerpo de seguridad y la policía Nacional a los estudiantes (no sé si es justificable o no, usted elegirá); una feria totalmente acordonada de policías en cada una de sus entradas y requisando todos los bultos, mochilas, carteras que querían penetrar; y al ver que a mi esposa y a mí nos atajaron y nos revisaron y requisaron minuciosamente la cartera de ella, le pregunto a la policía que cual es el miedo y ella me contesta “ Fue una orden y esta orden tiene su justificación; en los ocho días que van de feria, hemos encontrado armas de fabricación casera y armas de blancas por doquier” me quede sorprendido al escuchar tan alarmante noticia máxime si es en la clase estudiantil; pero luego analice que estamos viviendo en tiempo de inseguridad ciudadana y esta inseguridad atravesó los limites barriales y se ha remontado a los centros educativos (lo vivimos aquí en Barahona, cuando un joven le encontraron un arma de fuego dentro del mismo recinto escolar).

Deje pasar la primera al ver que era justificable; luego comprobé algunos precios de libros de muchas editoras, con el precio normal y el precio de feria (que se supone que es más barato) estaban en muchos artículos invariables; se supone que el precio de feria debe ser inferior; y que dicho evento es para fomentar la lectura en la población.

Pero lo más indignante paso ante nuestros ojos cuando nos encontrábamos en el cubículo de los mini libros, una joven se le acerca a la persona que estaba atendiendo al público, diciéndole que al escuchar su voz le recuerda un profesor que había muerto recientemente y que su voz era idéntica a este profesor y como estaba al lado mío la joven me pregunto que cual es mi nombre; pero como persona en terreno desconocido es precavida pude ver que mientras la joven nos ponía conversación, una adolescente de algunos 14 años de edad, estaba metiendo sus manos para extraer un libro de manera ilegal y ahí mismo la otra persona que estaba en el área de caja de dicho stand, alerto del vil engaño; pero lo peor es que el libro que esta joven se quería robar tenía como título “Cuentos colorados selectos” vaya usted a ver el nivel de estudiante que tan magna obra despertó el interés de hurtarlo.   

Al final de la jornada de estadía por la Feria del Libro y luego de caminar entre estudiantes comilones de pizza y comida rápida; me puse en frente de una de las salidas a contemplar si a su despedida estos estudiantes se regresaban con algunos libros de la mencionada feria; absolutamente ningún estudiante portaba ni en sus manos ni en sus bultos alguna obra comprada en dicha feria; en su mayoría eran juegos y golosinas que llevaban como borregos robotizados en manadas abordando los distintos bus estacionados a las afuera de dicha feria, cansados de caminar y hartos de comida rápida; y mientras abordaban un chófer sonriente que creo que es el único que le saca ventaja a dicha feria al lucrarse por llevar a los estudiantes a coloquial y cherchar a ese lugar.

En fin creo que los días de feria están contados, no me cabe en mi cabeza que este u otro gobierno sigan gastando tanto dinero (La Feria internacional del Libro de Santo Domingo 2017, contó con un presupuesto de aproximadamente 78 millones de pesos, se hizo una reducción este año ya que desde el 2013 al 2016 superó los RD$ 100 Millones de pesos) en una feria donde se va a cherchar y pasear.

En vez de realizar esa feria y gastar tantos millones de pesos, es mejor habilitar bibliotecas con libros de forma tradicional (no virtual), para incentivar el conocimiento con la lectura de libros reales y fomentar el acervo cultural de los estudiante, sobre todo en literatura e historia; ya que usted le pregunta a un estudiante que menciones cinco autores Dominicanos y lamentablemente no sabe decirlo.